Cuando
te equivocaste en esto o aquello,
cuando
actuaste y luego te arrepentiste
¿Te
perdonaste?
¿O
simplemente pediste perdón?
¿O
simplemente creíste que el tiempo acabaría borrando las huellas?
¿La
culpa y el dolor, aún te acompañan?
Me perdono... te perdono
Confundimos
el perdonar a perdonarnos y ante un
error o una situación que no solventamos como nos hubiese gustado, tendemos a culpabilizarnos
eternamente por ello, y resulta ser que de un hecho pasado creamos una
carga presente la cual se convierte en una pesada bolsa llena de culpas y de dolor, que acarreamos sobre nuestra
espalda llena de responsabilidades efímeras, y eso es así porque en su día no hubo perdón
para nosotros, hubo dolor, resentimiento y culpa, hubo vergüenza, reproche pero
nunca perdón, no hubo una auténtica liberación.
Cuando
en una situación nos equivocamos, quizá seamos capaces de pedir perdón pero no
a nosotros, con nosotros mismos usamos
la guillotina de la crítica y el juicio, el arrepentimiento, que sí que lo
sentimos se apodera tanto de nosotros que llama a la culpa y al dolor para
acompañarnos por el tiempo porque el perdón no tiene cabida en esa mezcla tan extraña de sentimientos.
Me perdono... te perdono
Somos
muy críticos con nosotros mismos por los motivos que sean, nos juzgamos acorde
a unos valores aprendidos y memorizados y no tenemos piedad en culparnos por
todo, y olvidamos lo básico, el perdón hacia nosotros mismos. Todo comienza en
nuestro interior, así pues llenémoslo de sentimientos hermosos y positivos.
Seamos
benévolos con nuestros actos y démonos una nueva oportunidad para crecer y
evolucionar acorde al brillo de nuestros corazones.
Si hemos sido capaces de reconocer nuestro error en esa situación, seamos también capaces de perdonarnos : me respeto, me acepto, me quiero, me perdono.
"Lo siento, actué así, me arrepiento por lo sucedido y ocasionado. Me perdono, me acepto
tal como soy, me sano y me libero de esa carga. En el futuro sé que se puede actuar
de otra manera frente a situaciones así, he aprendido. Me perdono"Si hemos sido capaces de reconocer nuestro error en esa situación, seamos también capaces de perdonarnos : me respeto, me acepto, me quiero, me perdono.
vivir sin culpabilizarnos y sin culpabillizar, sabiendo que en todo momento damos lo mejor de nosotras y que la vida es un continuo aprendizaje
ResponderEliminarAsumiendo nuestra responsabilidad y dando lo mejor de nosotros mismos, desde el corazón.
EliminarPreciosoooooooooooooooooooooooooooooooooo totalmente.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, corazón. De hecho, voy a compartir tu entrada porque esto debería leerlo mucha gente. A veces, es más sanador usar el "me" que el "te".
Gracias por esta entrada.
Gracias por pasarte por aquí y por compartirlo!!!
EliminarEs vital perdonarnos para sanar y poder dar lo más hermoso de nuestro corazón.
besos