Siempre he pensado que todos tenemos estrellas fugaces que nos guía hacia dónde deseamos ir.
Hay muchas estrellas fugaces por la vida que nos van indicando el camino cuando creemos no poder seguir. unas palabras de ánimo de un desconocido, un cartel que anuncia algo y parece que lo hubieran escrito para tí, un whatsapp, un artículo, la vida de superación de alguien, un familiar, un amigo... la vida está llena de estrellas fugaces que siempre nos iluminan, sólo hay que saber verlas y agradecerles que pasen en ese momento crítico que todos tenemos en algún instante de nuestras vidas.
Las estrellas fugaces siempre nos iluminan en cualquier situación que estemos experimentando y viviendo. No nos van a juzgar, ni a criticar, no van a establecer juicios, simplemente van a dar luz a nuestras sombras, van a iluminar nuestro camino para poder ser capaces de encontrar la salida, la solución , las fuerzas necesarias para seguir y recordarnos quienes somos, lo capaces y maravillosos que llegamos a ser y lo pronto que olvidamos nuestra magia. Una estrella fugaz siempre va a iluminar el camino con su amor, cariño, bondad y respeto. La vida nunca nos deja solos ni a oscuras.
Todos tenemos un don que nos hace ser diferentes y especiales, mágicos y necesarios. Por eso, nosotros también somos una estrella fugaz para otras personas en un momento determinado: nuestra sonrisa al entrar en el autobús alegra la mañana al conductor, quizá una palabra de agradecimiento, un gesto de cariño, nuestra vida personal de superación y coraje dan fuerzas a otras personas que pasen por lo mismo... Todos somos todo.
Mi vida está llena de estrellas fugaces y me encanta saber que están ahí, alumbrando mi cielo y dándome las fuerzas necesarias para seguir construyéndole alas a mis sueños y animándome cuando me quedo sin fuerzas.
Una estrella fugaz es esa la chispa mágica,
que nos da fuerza cuando creemos perderla,
cuando nos cansan los peldaños sociales que hay que subir o
tenemos dudas en nuestros sueños o un obstáculo en la vida,
Las estrellas fugaces son el regalo más hermoso del universo.
Las estrellas fugaces siempre nos iluminan en cualquier situación que estemos experimentando y viviendo. No nos van a juzgar, ni a criticar, no van a establecer juicios, simplemente van a dar luz a nuestras sombras, van a iluminar nuestro camino para poder ser capaces de encontrar la salida, la solución , las fuerzas necesarias para seguir y recordarnos quienes somos, lo capaces y maravillosos que llegamos a ser y lo pronto que olvidamos nuestra magia. Una estrella fugaz siempre va a iluminar el camino con su amor, cariño, bondad y respeto. La vida nunca nos deja solos ni a oscuras.
Y por supuesto que nosotros también
somos estrellas fugaces para otros,
pues la vida no deja de ser un continuo fluir, una espiral en armonía.
Todos tenemos un don que nos hace ser diferentes y especiales, mágicos y necesarios. Por eso, nosotros también somos una estrella fugaz para otras personas en un momento determinado: nuestra sonrisa al entrar en el autobús alegra la mañana al conductor, quizá una palabra de agradecimiento, un gesto de cariño, nuestra vida personal de superación y coraje dan fuerzas a otras personas que pasen por lo mismo... Todos somos todo.
Todos tenemos esa estrella fugaz que nos guía,
aprende a verlas, sentirlas y agradecerles su paso.
Mi vida está llena de estrellas fugaces y me encanta saber que están ahí, alumbrando mi cielo y dándome las fuerzas necesarias para seguir construyéndole alas a mis sueños y animándome cuando me quedo sin fuerzas.
Observa tu cielo y disfruta de las estrellas fugaces que lo cruzan.
Tu firmamento está lleno de luces que te quieren, te animan y te inspiran.
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