Con los libros, aprendemos cosas que desconocíamos, nos informan, entretienen y nos ayudan a viajar desde el sofá.
Los libros cambian nuestra forma de ver y sentir la vida.
¿Cuántas veces has sido parte de los protagonistas?
¿Cómo la historia verídica de alguien te ha hecho ver la realidad con otros ojos?
A través de la lectura no sólo fomentamos el conocimiento ni pasamos un rato ameno, sino que también nuestra forma de ser, sentir y comprender el mundo cambia con la ayuda de historias cercanas de personas corrientes.
La lectura nos ayuda a ampliar nuestro pequeño mundo, a ser pequeños aventureros del saber, a tener una parte de esos protagonistas que tanto nos han cautivado por su belleza interior, ya que sólo en nuestra mente los pintamos como los imaginamos.
De un modo u otro al leer, formamos parte de esa historia
y nos convertimos en uno más de la narración,
sintiendo, aprendiendo
e imaginando.
Tener un libro entre manos es abrir las puertas de la creatividad, de la imaginación y del saber, porque creamos esa historia que vamos leyendo en nuestra cabeza, la vivimos y la sentimos transportados en letras mágicas que por un momento nos hacen desaparecer de nuestra rutina.
Los libros son magia en movimiento,
tienen el poder de las palabras
para transportarte a un mundo nuevo
Un ratito al día para leer y tranportarte por el mundo de las palabras es una forma casi mágica de hacer que el estrés y la rutina no se adueñen de nosotros mismos, es una forma sencilla de activar la mente y no hacernos cortos de miras.
La lectura es cultura.
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