Son los patrones de comportamiento los que nos impiden
disfrutar de la vida, de su belleza innata
y nos impiden
ser y estar felices
Son esos comportamientos adquiridos los que obstaculizan nuestra felicidad,
nuestro perdón y el poder gestionar los problemas como búsquedas de soluciones.
Si siempre actuamos igual ante un obstáculo en nuestra vida,
y esa forma de ser no funciona
¿Por qué seguimos repitiendo ese comportamiento?,
¿por qué siempre hacemos lo mismo?
Lo hacemos porque es un patrón de aprendizaje tan arraigado que apenas somos capaces de identificarlo. Forma parte de nuestra forma de ser y vivir la vida, eso es así y punto. No se cuestiona.
Imaginad que vais caminado y tenéis que atravesar un pequeño riachuelo, es tan sencillo como dar un pequeño brinco y ya está, pero en ocasiones ese riachuelo es un imprevisto pues no debería estar ahí y en vez de saltarlo, nuestro patrón de comportamiento es la queja, la ira, el bloqueo, la ansiedad, la rabia, la frustración... Y somos incapaces de saltarlo sin más.
Es entonces cuando ante un obstáculo en nuestra vida, debemos usar la imaginación, la manera de solucionarlo dejando atrás los patrones obsoletos de comportamiento que nos impiden seguir hacia delante con la seguridad de ser quienes somos y de hacer lo que deseamos hacer.
Que ese patrón de comportamiento le sirviera a alguien, no significa que a nosotros nos vaya a resultar igual de efectivo, cada uno somos seres únicos, es hora de ser lo que somos y de actuar acorde a lo que somos. Reconocer esos patrones obsoletos de nuestra vida, la mitad de ellos heredados culturalmente, y abrir los ojos al abanico de posibilidades y soluciones acorde a quienes somos, a lo que queremos y hacia dónde vamos.
Somos libres para elegir qué hacer,
pero no repitamos patrones que nos aten e impidan seguir nuestro camino.
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