Los propósitos del nuevo año.

Cada nuevo comienzo lo llenamos de nuevos y nobles propósitos que deseamos se hagan realidad, son los propósitos del nuevo año.

Cada nuevo año comienza con la ilusión de poder empezar algo nuevo, enmendar un error, hacer realidad un sueño, convertir un sueño en un hábito...el año comienza con mucha fuerza y energía, con la alegría de poder empezar de nuevo y realizar lo que nuestro anhelante corazón desea.
El nuevo año es un pequeño amanecer de nuestras vidas, brillando con ilusión, con calma, con paz y armonía, es un instante donde el tiempo se detiene y lo realizable es posible.

Es importante que el tiempo que pasa sin poder hacer realidad nuestros sueños y propósitos no tenga  la capacidad de hacernos tirar la toalla, los propósitos no se deben medir en tiempo,el simplemente hecho de creer en ellos e intentar realizarlos y convertirlos en una parte de nosotros mismos, ya es el camino perfecto para llegar a otro nuevo año y comenzarlo con la misma energía de ilusión y entusiasmo.

Hay propósitos muy nobles, otros que por ser ligeros y poco sinceros se los lleva el viento de lo imposible, porque  con la euforia de comenzar un año y llenarlo de propósitos, perdemos la serenidad y la luz que irradian los sueños realizables, y el amanecer del nuevo año se convierte en una rutinaria tradición donde se sueña con soñar y se llena de propósitos sabiendo que no interesa hacerlos realidad porque en ocasiones la comodidad de nuestras vidas es más pesada que la realización de un nuevo propósito.

Pero en la belleza y en la magia de ese nuevo amanecer está la luz que nos guiará durante el año y la fuerza para hacer posibles esos nobles propósitos del nuevo año.

Que esa luz que irradian vuestros nuevos deseos sean lo suficientemente brillantes para que iluminen vuestro nuevo camino en este nuevo año que acabamos de comenzar a recorrer, y como dicen en el camino de Santiago,                       ultreia et suseia