Los sueños son en ocasiones tan volátiles que incluso llegamos a creer que son imaginarios, pero cuando uno de ellos, con la fuerza y seguridad de querer formar parte de nosotros irrumpe en nuestras vidas, lo llena todo de magia y de fe, empieza a enviarnos señales para creer en él, nos ayuda a pensar en él y a crearlo, a sentirlo y moldearlo dándole valores positivos para que no se pierda por el camino de la realización.
Los sueños tienen luz propia, siempre brillan. Son estrellas que están en nuestro firmamento, y que sólo nosotros somos capaces de verlas brillar y resplandecer con una luz propia, mágica y especial para nosotros.
Los sueños nunca mueren, descansan cuando no los hacemos realidad, y regresan cuando nuestro corazón vuelve a latir con ilusión y fuerza.
Fabricamos sueños constantemente, deseos volátiles y mágicos que hacen de nuestras vidas un sendero especial. Hay que empezar a creer en que los sueños también son reales y se hacen realidad, creer que todo es posible y que la magia de la vida se esconde en cada rincón esperando a ser sorprendidos por ella.
Nunca debemos dejar de soñar, de tener ilusiones, de ser felices, de ser unos soñadores y unos pioneros en el arte de fabricar sueños.
Y aunque el tiempo parezca entorpecer los sueños, no debemos darles un valor temporal, sino más bien medirlos por realizables, por posibles y seguir soñando porque la magia anida siempre en nosotros, es esa chispa que hace posible que los sueños se hagan realidad y seamos capaces de fabricar tantos como soñemos.
Nunca dejéis de soñar, de tener ilusión y nunca perdáis en el olvido la magia de fabricar sueños.
gracias por formar parte de uno de mis sueños!!! besicos
ResponderEliminargracias a ti tambien!!!Besos
Eliminarvamos a soñar cositas lindasssss
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