Lista de espera.

Siempre andamos esperando algo, podemos estar esperando a un amigo, a que pasen a recogernos, esperar al autobús, esperar a que nos toque la lotería, esperar el turno en una fila, esperar que un sueño se haga realidad, esperar...esperando....


Tendemos a convertir nuestra vida en una larga espera, sin darnos cuenta formamos nuestra vida de fragmentos de espera, de intentar obtener lo esperado e incluso ansiado.
Ante nosotros se ciñe un manto nublado por ese sentimiento impaciente que todo parece abarcar, ocultando tras de sí la magia por ser sorprendidos, por vivir sin esperar nada y dejarnos llevar por el Aquí y Ahora, por la fluidez de la vida, porque la espera ha llegado a dominar la existencia, y llenar ese vacío que creíamos observar desde la calma de un día donde no se espera más que a esperar.

Esperar a esperar y esperando esperamos que todo llegue y que nada deje de fluir.

Si nuestra eterna espera dejara de ser esperada...

disfrutaríamos cuando las cosas esperadas llegaran sin tanta espera,

 descubriríamos la magia que se esconde tras dejarse fluir y llevar.

No se nos harían tan largas las inevitables esperas si en ellas no esperásemos 

que la espera no se hiciese esperar mucho,

 y si en la espera pudiésemos desconectar del hecho de estar esperando,

 la espera en sí sería pura magia del dejarse fluir y disfrutar.
Esperando espero dejar de esperar,
para la vida en sí, poder disfrutar.