Nos centramos en buscar la felicidad en objetos, en personas, en lugares...la ansiamos y anhelamos cuando vemos personas felices, creemos que una vez la encontremos permanecerá a nuestro lado eternamente, puesto que la calificamos como si de una simple posesión se tratara.
Debemos entender que la felicidad puede llegar y puede marcharse, cuando la balanza cede más hacia un lado llega la falsa felicidad la que creemos encontrar fuera de nosotros y cuando esa falsa felicidad empieza a crecer y crecer...la balanza entonces comienza a ceder hacia el lado opuesto: la infelicidad, y es cuando empezamos a desinflarnos sintiendo desdicha y tristeza.
Pero cuando la balanza permanece en el equilibrio, en ese punto de pura armonía...entonces llega la felicidad...Esa felicidad que irradia luz y te mantiene en un estado puro del ser.
La felicidad nace de nuestro interior, es una semilla que se riega y va creciendo poco a poco, como buenos buscadores debemos entender que no está más que en nosotros, es una parte de nuestro ser que necesita la cuidemos buscando ese equilibrio perfecto.
Si te sientes infeliz a pesar de tener todo lo que tienes, a pesar de ser todo lo que eres, a pesar de estar vivo, entonces busca de nuevo en ti y observa qué es lo que te hace sentirte así, quizá estés cediendo tu felicidad a las quejas, a las frustraciones, a las excusas...mira a ver en que lado está la balanza...y empieza a buscar ese equilibrio, ese estado perfecto del ser, para dejar de ser un buscador de la felicidad y convertirte en una persona feliz.
Así, sin más...suena bien...
Que bien explicado!!! gracias por formar parte de mi felicidad... besicos
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